Canto a la angustia
Canto a la angustia A mis ojos se acercan días nublados, silenciosos espacios grises y azules intensos, enterrados simulacros de vida vestidos de sin-nombres listos para la inevitable partida. Ninguno queda vestido en diamantes. Ninguno salta la piedra de oro. Ninguno empluma hojas de jade. Todos se secan, se vuelven sal y polvo. Sin-nombres encarnamos otras serpientes y adornamos otras cotorras con pieles de Santos.