Canto a la angustia
Canto a la angustia
A mis ojos se acercan
días nublados,
silenciosos espacios
grises y azules intensos,
enterrados simulacros de vida
vestidos de sin-nombres
listos para la inevitable partida.
Ninguno queda vestido en diamantes.
Ninguno salta la piedra de oro.
Ninguno empluma hojas de jade.
Todos se secan, se vuelven sal y polvo.
Sin-nombres encarnamos otras serpientes
y adornamos otras cotorras
con pieles de Santos.
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